El sentido de la campaña nO vOtE

I. En referencia al sentido de la campaña nO vOtE: De entrada, debemos decir que la democracia representativa está asociada desde su origen con el sistema capitalista, ya que desde la Ilustración los burgueses (vanguardia iluminada) no hicieron otra cosa que "montarse" en el patín de la rebelión popular sans-culotte para guillotinar a la aristocracia y colocarse ellxs en su lugar como clase dominante: burocracia empresarial (en sus diversas especies). Aún dejando esto de lado, hoy podemos observar que el estado y la democracia representativa se han convertido en simples administradores que aseguran la aplicación local del derecho comercial, es decir, de las reglas represivas que permiten la explotación de la población y la materia prima por parte del capital transnacional. Esta situación la podemos resumir en algo que va más o menos así, "dime quién financia tu campaña y te diré en beneficio de quién gobernaras".Ningún representante político de este planeta se salta esta situación (por mucho menos el Consejo de Seguridad está dispuesto a intervenir militarmente). En ese sentido, la democracia directa no es una simple ocurrencia, no deriva de un deseo o una ideología, deriva de una necesidad real, de sobrevivencia, de los 1000 millones de pobres (por solo mencionar una de las muchas formas de exclusión imperantes) que tiene, hasta este momento y en rápido aumento, este sistema excluyente. Siendo ese un esbozo de su fundamento, la propuesta abstencionista afirma que si el pueblo, en su mayoría, se abstiene, se evidencia la ilegitimidad del proceso electoral. Si el pueblo no participa en el proceso electoral, el Gobierno no es representativo, no es expresión de ninguna voluntad general o popular). La deslegitimación abstencionista NO ES, desde luego y en esto coincidimos, una deslegitimación de inmediato consciente o contrasistémica y, sin embargo, es deslegitimación; ahora, nosotrxs proponemos el desarrollo de un abstencionismo autoconsciente, crítico y contrasistémico y esta es una posición que se desarrolla en Costa Rica pero también, por ejemplo, en México y España. Nosotrxs nos esforzamos y nos comprometemos (con los errores y el aprendizaje que eso conlleva, con todos los defectos que se puedan imaginar) con la construcción –en nuestra vida diaria y orgánica– de procesos experimentales de autodeterminación colectiva, es decir, con la creación local de modos o figuras de democracia y acción directas y autonómicas. Nosotrxs no prometemos nada a nadie, no somos mediación salvadora o partido de oposición; no prometemos derrotar al neoliberalismo o a la dominación sistémica en un proceso electoral, ni en el 2010, ni en el 2014, ni en el 2018, etc.; no somos iluminadxs, no somos vanguardia, no somos ningún (pseudo) Mesías. Nosotrxs, con nuestra campaña nO vOtE nUnKA mÁZ, sí denunciamos que el Estado es el aparato ideológico y represivo de la clase y el sexo dominantes, y que la principal legitimación de ese Estado es la farsa de la representación política y popular. Nosotrxs vemos que efectivamente, sí, lo más difícil para la humanidad es la superación de la alienación y la creación de un sistema-mundo justo; y vemos que a falta de soluciones deberíamos crear un método que nos permita encontrarnos humanamente para plantear el desafío y experimentar soluciones, y que este método no es compatible con la farsa representacional (que implica, por ejemplo, los deterioros tradicionales de la cultura política latinoamericana, por lo menos: autoritarismo y caudillismo; oportunismo y clientelismo; absurdo estratégico y ausencia de formación de modos democráticos de cultura política, estratégica o narrativa (i.e. ausencia de procesos colectivos y libres de formación de modos de cultura histórica o sociohistórica). II. La propuesta política que defendemos y con la cual nos hemos comprometido: Somos asamblearias y kontrasistémicas (i.e. anticapitalistas, antiestatistas y antipatriarcales); no un partido de centro-izquierdaS (i.e. liberal-reformista o tecnocracia anclada en el mito del progreso infinito). La asamblea popular es un método de vida kontrasistémico. No es salvación para nadie; pero quizás permita encontrarnos humanamente para asumir juntas el desafío y la experimentación necesarios para –en verdad– crear o construir democracia directa universal y un sistema mundial justo. Raíces de este método son sus principios políticos: Autogestión: método contrasistémico de organización de las sujetas de abajo, donde estas y estos abajos son quienes deciden (individual y colectivamente) el concepto estratégico o de lucha y la forma organizativa más adecuada; autodeterminación de las asambleas populares; es la propuesta organizativa que potencia la construcción de una sociedad igualitaria y el socialismo concejista. Co-convocatoria: el rechazo de direcciones partidarias, sindicales u ONGeístas establecidas, se privilegia la convocatoria desde y para todos los sectores y frentes sociales de lucha, privilegiando la horizontalidad frente a la verticalidad. Acción directa: método de actuación basado en el trabajo individual y colectivo de los actores sociales de abajo en la lucha revolucionaria (i.e. contrasistémica); no se discrimina ningún método de lucha siempre que se enmarque dentro de estos mismos principios, son las (os) de abajo quienes deberán determinar esas formas de lucha, según las situaciones a las que se enfrenten. Autonomía: toda asamblea popular tendrá autonomía plena y los enlaces (facilitaciones) con otras asambleas populares serán de carácter federativo. Apoyo mutuo: es la solidaridad activa (responsable) en las luchas de todas las asambleas populares. ¡POR EL DERECHO DE LXS PUEBLXS A TOMAR SUS DECISIONES! ¡ASAMBLEAS POPULARES YA!